Un poco de divulgación de Tolkien.



¿Qué tal estáis? El otro día tuve que hacer una exposición oral de tema libre, y... por supuesto que hablé de mi querido Tolkien. Y como creo que me quedó bastante interesante, os la voy a dejar por aquí. Es bastante cortita, porque me daban poco tiempo para exponerlo. En fin, ¡disfrutad!


En el día de hoy, me gustaría hablaros del autor de género fantástico más importante de la historia de la literatura, JRR Tolkien. ¿Le conocéis? Puede que sí, puede que no. Pero en cualquier caso tenéis que conocer sus obras más famosas: El Señor de los Anillos y El Hobbit. Ambas son obras clásicas de la literatura inglesa y tienen multioscarizadas adaptaciones cinematográficas. Por lo que hoy veremos brevemente una sinopsis de ‘El Señor de los Anillos’, una biografía de Tolkien y sus motivaciones e inspiración para escribir. 


En primer lugar, ¿de qué trata la obra más conocida de Tolkien? En el Señor de los Anillos se nos presenta a un hobbit llamado Frodo. Los hobbits son criaturas pequeñas que tienen una vida bucólica en un lugar campestre llamado la Comarca. Tienen una existencia bien acomodada y no suelen vivir aventuras inesperadas, hasta que a Frodo le encomiendan una misión vital para el futuro de la Tierra Media: destruir el anillo único en el Monte del Destino. Para ello contará con la ayuda de su fiel amigo Sam y el respaldo de toda la compañía del anillo, entre las que se encuentran un elfo, un enano y un aventurero. Durante el camino vivirán un sin fin de batallas y aventuras épicas ambientadas en un amplísimo mundo fantástico. 


Así que ahora que ya hemos hablado de la obra en sí misma, contextualicemos. 

John Ronald Reuel Tolkien nació en 1892 y murió en 1973. Vivió casi toda su vida en Oxford, Inglaterra, donde estudió filología inglesa y trabajó de profesor. En su juventud luchó en la Primera Guerra Mundial y más tarde se casó y tuvo cuatro hijos. Cada una de estas experiencias vitales le inspiró de alguna manera para escribir sus novelas. Pero definitivamente lo que más le marcó  fue un objetivo que floreció a raíz de estudiar filología, y fue el deseo de crear una ‘mitología para Inglaterra’ ¿Qué queremos decir con esto? 


Antiguamente muchas culturas tenían su propia mitología, que no, no es simplemente un puñado de dioses creando unos cuantos árboles. Una mitología es un universo de ficción con miles de poemas, canciones, información, arte, idiomas y cultura en general. Los ejemplos más conocidos son la mitología grecolatina, celta, nórdica, japonesa, etc. Que aún siendo solo historias ficticias de hace miles de años, nos siguen influyendo día a día en mil maneras distintas. Tolkien, que era un gran estudioso de todas estas, pensó que su país no tenía nada parecido, y él creía que era necesario que la gente tuviera una base e inspiración sobre la que producir más obras de arte, como esculturas, canciones y leyendas… ¿Pero cómo podía caber en la cabeza de nadie que un SOLO hombre en una sola vida pudiera realizar un proyecto de tal envergadura? Sí, idiomas completos, con su sintaxis, gramática y alfabeto. E historias para complementarlos, con miles de datos, batallas, dioses e historias de transfondo, que a la vez resultaran entretenidos y permanecieran en la memoria de las personas durante siglos. 


¿Pues sabéis qué? Lo consiguió. Usó elementos de las mitologías más cercanas geográficamente (la nórdica y la celta) creó unos cuantos propios y los fusionó junto con sus queridas lenguas inventadas y así produjo un verdadero milagro de las letras, por muy pedante que suene. De hecho, muchos consideran que varios libros de Tolkien son de género epopéyico, que es el de obras como la Odisea o la Nereida. ¿Pero de verdad lo hizo? ¿Es su obra tan famosa entonces realmente? Mirad, los personajes de Tolkien son tan famosos que casi ni sabemos ya de donde vienen. Por ejemplo, ¿sabíais que el primer mago viejo con sombrero puntiagudo viene de aquí? ¡Gandalf  ¿Y la expresión: “Mi tesorooooo” también? Estos son solo algunos casos concretos, pero hay mucho más. En realidad, quién volvió a popularizar en el siglo XX todas las criaturas fantásticas que vemos día a día, como los elfos o los dragones, fue Tolkien, el que es considerado padre de la literatura fantástica. 

Así que ahora querría lanzar una reflexión. Cuando pensamos que todo está ya creado, que en el siglo XXI ya no se puede innovar, nos sentimos sin inspiración en cualquier ámbito, ¿no deberíamos de acordarnos de Tolkien? Un hombre que jamás dejó que le venciera esta idea y aprovechó su creatividad al máximo, hasta llegar a los extremos que alcanzó.


Si queréis leer más entradas de Tolkien, podéis leer esta (de hecho me copié de mi propia entrada para hacer esto) y también esta, que es muy antigua. 
Si habéis llegado hasta aquí, ¡gracias por haberos tragado todo el texto! Espero que haya merecido la pena. :)
 

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2 Comentarios

Sosa ha dicho que…
A lo mejor hasta me leo los libros y todo después de leer esto…
Eowyn Everdeen ha dicho que…
Ojalá...